El escenario económico para México se prevé adverso, a nivel interno con un nuevo gobierno cuya curva de aprendizaje ha sido más empinada que en otros sexenios, retrasando inversión, y en el exterior con una actividad global que se está desacelerando, con el riesgo de llegar a una recesión, advirtió Esteban Polidura, jefe de Coordinación de Soluciones y Productos de Inversión en América Latina del banco suizo Julius Baer.

“Estamos en una economía global donde todavía hay un crecimiento positivo, pero se está des- acelerando más rápido de lo esperado, con el riesgo de que hacia fines de 2020 estemos ya hablado de un ambiente de recesión a nivel general”, comentó el especialista.

El especialista estima con 40% de probabilidad que para fines de 2020 habrá una recesión global, originada por Estados Unidos, toda vez que el crecimiento de la economía más grande del mundo se prevé que pase de 2.6% en 2019 a sólo 1.3% en 2020, lo que tendrá un impacto directo sobre México.

Además, México tiene la característica de que está al inicio de sexenio, factor que por sí solo amerita un menor crecimiento económico, pero además con un partido nuevo en la que la mayor cantidad de tomadores de decisiones son personas con una buena preparación académica, pero con poca experiencia política o técnica.

“La nueva administración tiene una curva de aprendizaje que probablemente sea más empinada que la que han tenido otras, por ende cuando ves a los analistas recortando perspectivas de crecimiento, nosotros preferimos manteneros cautelosos en la forma en que bajamos estimados para evitar sobrerreaccionar. Creemos que dicha curva probablemente está llegando a su final y tenemos que ver evidencia de que se comienzan a licitar proyectos y se comienza a trabajar más con la iniciativa privada”, comentó el directivo.

Polidura consideró que es importante que el gobierno cuide tres aspectos. En primer lugar, enumeró el Estado de derecho, el cual debe ser justo y que las reglas sean claras y no se cambien, como el caso del aeropuerto.

En segundo lugar, dijo que haya independencia de las instituciones gubernamentales, porque si el inversionista privado empieza a poner en tela de juicio las decisiones habrá un impacto.

Y tercero, se deben redoblar esfuerzos para reactivar la toma de decisiones, sobre todo en secretarías, como la de Energía, la SCT, y licitaciones de proyectos grandes. Hay que redoblar los esfuerzos, porque si sigue pasando el tiempo y no se ve la licitación de un proyecto energético grande o una carretera, o concesión, ese ambiente no beneficia a nadie, dijo.