El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que actualmente encabeza el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Rogelio González Alcocer, vive una de las peores crisis de su historia debido a la desunión que se ha registrado hacia el interior por parte de los dirigentes de organismos empresariales que consideran que cumple actualmente con sus objetivos de unir al sector y de representar un bloque para defender los intereses de los dueños de negocios.

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Ciudad Juárez, Eduardo Ramos Morán dijo este viernes que el CCE requiere de una cirugía mayor.

“Es pura gastadera de dinero y pérdida de tiempo porque no representa a nadie, es un organismo que integra a presidentes de organizaciones, no a los empresarios, inclusive no se tiene una liga con el organismo que existe a nivel nacional”, destacó.

No está funcionando, dijo luego de señalar que en la próxima reunión del organismo va a hacer la propuesta de una reestructura a fondo, inclusive la posibilidad de desaparecer al actual CCE y crear uno nuevo con una misión y visión clara.

“No pensamos retirarnos, pero si en compartir nuestras frustraciones de que no está funcionando y que requiere de una participación de la comunidad empresarial para todos los asuntos en los que se requiere la participación del sector empresarial, de lo que no vamos a quitar el dedo del renglón”, recalcó.

Comentó que se va a exigir que haya cambios hacia el interior del CCE.

Señaló que no existe unidad entre los organismos empresariales para trabajar en conjunto dentro del CCE.

Reconoció que algunas acciones han tenido que ser emprendidas por las cámaras y asociaciones por separado, con alianzas directas con otros organismos pero dejando fuera a todos los que integran el CCE.

Recordó que en este momento al menos hay dos organismos que hace tiempo dejaron las filas del consejo, como la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) y desde hace tiempo la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda (Canadevi).

Para cada organismo afiliado el pertenecer al CCE tiene un costo de 12 mil pesos mensuales y quienes intentan ingresar por primera vez deben cubrir 50 mil pesos de inscripción, que en lugar de ser una inversión, representan un gasto.

Ramos Morán dijo que, al menos por parte de la Coparmex, no se tiene confianza en invitar al CCE en pleno para las gestiones que se realizan para beneficio de los empresarios, solo se buscan alianzas en lo individual.

“Voy a proponer el próximo lunes la extinción del actual CCE y la creación de uno nuevo”, recalcó.

Lo que hacen los organismos, para guardar las apariencias, es decir que el CCE si funciona, pero trabajan por su cuenta, insistió.

Entre otros 9 organismos integrados en el CCE, aparte de Coparmex, se encuentran la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), la Cámara Mexicana de la industria de la Construcción, Asociación de Agentes Aduanales, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, la Asociación de Maquiladoras (INDEX Juárez) y la Asociación de Transportistas que encabeza Manuel Sotelo Suárez.

Durante los últimos meses, de acuerdo con los antecedentes de lo que ha ocurrido con el CCE en los últimos meses, en un proceso de reestructuración anunciado por el actual presidente, Sotelo dejó de ser el tesorero y el representante del organismo ante el Fideicomiso de Puentes Fronterizos.

Aunque el dirigente negó que fuera así, se manejó la versión de que la causa fue la insistencia en rechazar el proyecto de construcción de puentes y pasos a desnivel a lo largo de la Avenida de las torres que con recursos del Fideicomiso se realizan.

En el lugar de Sotelo la representación está a cargo actualmente del presidente en turno del CCE, Rogelio González Alcocer y del presidente de los hoteleros, Rogelio Ramos.

Mientras que la Tesorería se le otorgó al mismo Rogelio Ramos.

Versiones periodísticas advertían sobre la posible expulsión del empresario de las filas del CCE, aunque finalmente ello no ocurrió.

Otro antecentse de lo que ha ocurrido con el CCE es la falta de fuerza que ha mostrado en sus gestiones ante las autoridades de los tres niveles de gobierno, lo que ha provocado que organismos como Coparmex y la Canirac busquen acuerdos por separado con municipio, estado y federación, por ejemplo, en el tema de la reapertura de negocios que han permanecido cerrados por la emergencia sanitaria que provocó la pandemia del Covid-19.

En ninguno de los casos, en opinión de Ramos Morán, ha existido participación directa del CCE como tal.